No. No me puedo alegrar de la muerte de Manuel Fraga Iribarne. Aunque, la verdad, no me dejan indiferentes algunas portadas de los principales diarios de tirada nacional. Y más cuando hablan de Franco como demócrata y muchos otros adjetivos que creo que pueden ir al lado de su nombre. Lo más chocante ha sido el inicio de un texto de Rajoy que califica a Fraga de “luchador de la libertad”. Y aquí viene mi primera consulta de hoy. ¿La libertad de quién?
Quizás cabe recordar a Mariano Rajoy que el que califica de luchador de la libertad fue ministro Franquista, que de democrática, la dictadura de Franco, fue más bien nula. Y si eso no le convence, podemos hablar de lo que que como ministro de Gobernación firmó el mismísimo Fraga, o de los hechos acaecidos en 1976 y dirigidos por él, donde en Vitoria murieron 5 obreros. Pero sobretodo no me puedo alegrar de la muerte de Fraga, porque se va sin pasar por el banco de los acusados por todos estos asesinatos. Y me parece de una inmoralidad y una injusticia sin precedentes.
Tengo que recordar que el jueves el juez Garzón se sentará en el banquillo de los acusados, y viendo como está la justicia puede quedar como culpable. La segunda pregunta en este texto sería ¿cómo pueden imputar a una persona que lucha por las libertades y los derechos de los que no los tuvieron y uno de los causantes de éste recorte de libertades muera sin ser ni tan siquiera imputado?
Eso me lleva a una última reflexión. ¿Cómo podemos creer los ciudadanos en una justicia que tiene en consideración denuncias contra el Rey Baltasar que en una cabalgata de Reyes dio con un caramelo en un ojo a una ciudadana, que sienta en el banquillo a personas que luchan por la democracia como el Juez Baltasar Garzón, y que en cambio personas que han privado de la libertad a otras personas se mueran de rositas?
En frente de este aspecto, solo me cabe pensar que personas como Urdangarín, Camps y Matas, no serán ni tan siquiera considerados culpables de un delito de prevaricación, cuando todas las pruebas hacen presagiar que sí lo son.
En fin, que no me puedo alegrar por la muerte de Fraga. Me hubiera alegrado si antes de que esto sucediera se hubiera sentado en el banquillo de los acusados, como cualquier otro ciudadano que comete un delito. La justicia no es igual para todos.